Han pasado 23 años, y siento que han sido como 5 mas o menos. Qué hago yo, YO, Piduco, Seba, el wn jugoso, el wn que todavía disfruta con el chavo del 8, el cabro que aún se emociona recordando los Thundercats y que aún mira con nostalgia la etapa escolar.... ese mismo, ¿qué kresta hace egresado y trabajando? Para la pascua de resurrección del año pasado, mis sobrinas, que estaban en mi casa, se levantaron a recoger los huevitos que había dejado el conejito. Estaban felices, porque cada una tenía un canastito muy lindo, de colores, paja y muuchos huevos. Pero Bruna, la más chica, se quedó sacando cuentas: ella tenía uno, la Anto, su hermana, también, yo también y mi hermana no... "¿Por qué la Pili no tiene canastito y el Seba sí?", preguntó en defensa de su tía. "Ahhhhyyy, obvio -respondió la Antonia-, porque los canastitos no son para gente grande y el Seba es niño todavía..." Todos se cagaron de la risa y yo estaba más feliz que la kresta. Mi complejo de Peter Pan creció en forma proporcional a mi cariño a la Anto. Que me considere un niño y no un adulto fue notable. Un espaldarazo. Un regalo.

Pero ese "peterpanismo" me pasa la cuenta a veces. Ahora estoy trabajando, viviendo solo, pagando cuentas, yendo a comer a restoranes con los amigos y tomando ron, más encima con sabor a Coco (cortesía se mi partner; gran regalo Shougo!). Me estoy empezando a sentir adulto joven, y me niego rotundamente a eso. Comienzo a extrañar la vida universitaria. Tal como cuando entré a la U y extrañaba el colegio. Maldito sentimiento nostálgico.
Me quedo, mejor, con la idea de que sólo soy un cabro joven que ya tiene que trabajar no mas...Que no tengo mayores responsabilidades ni obligaciones y que tengo años como para disponer de ellos y sacarles el jugo. Supongo que habrá que disfrutar de esto y yo trataré de seguir dando jugo por la vida (como los últimos...este.... ¿8 años?) bailando regetón, cantando Garras de Amor y disfrutando de la cerveza y las piscolas (a estas alturas del post ya parezco alcohólico....).
El finde pasado, con la práctica, el cumple y otras conversas, terminé un ciclo. Una etapa larga, bastante larga y que, según yo, tenía otro final. Pero aqui estamos, empezando algo nuevo. Y de a poco voy acostumbrándome. Tiene sus gracias, claro está, y habrá que sacarle provecho.

PD: encontré esta foto, de cuando era un "pishoto" (lo siento, tenía que ocupar esta palabra... como que calzaba justo) y cuadró perfecto con toda esta reflexión. Si encuentra a Piduquín, versión 1988, se gana un premio: un cover en el bar "El 408".